Pese a la preocupación de la población por los brotes de Salmonella, desde hace unos años la prevalencia de esta bacteria ha disminuido notablemente en la industria avícola.
Según un estudio de la USDA-FSIS (US Department of Agriculture – Food Safety and Inspection Service), hace unos años la prevalencia de Salmonella en pollos jóvenes sacrificados era del 20%, posteriormente se redujo al 7,5% y a finales del 2013, el porcentaje fue del 2,6%. Además, la prevalencia en pollos en granja se ha reducido un 50%.
La prevención contra Salmonella se debe realizar durante toda la cadena alimentaria ya que puede estar presente desde el animal vivo hasta el producto final, pasando por los huevos.
Entre las medidas de prevención para reducir el riesgo, se encuentran vacunas, alimentación con probióticos, disminución de la acidez del agua y medidas sanitarias durante el proceso de sacrificio.
Para prevenir la contaminación existen una serie de normativas fundamentales como son los Programas de saneamiento y limpieza, los Procesos Operativos estándar y los Programas de manufactura adecuada. Estos métodos incluyen un sistema de recolección de datos así como validaciones y verificaciones para asegurar un correcto procedimiento.
También es importante considerar un buen programa de retirada en caso de contaminación por esta bacteria
Por otro lado, así como la industria avícola está muy regulada, los consumidores también tienen que pensar en un consumo responsable para controlar la contaminación por Salmonella una vez adquieren los productos. Pautas como preparar los alimentos de manera adecuada, cocinar a las temperaturas correctas y en ambientes limpios pueden ayudar a controlar una posible contaminación.
Ya por último, destacar que se están desarrollando nuevas tecnologías para la detección de la bacteria en planta como son la creación de procesos de saneamiento para la recogida de huevos o la tecnología winrowing para limpiar los gallineros.
Fuente: ClubDarwin.net