Según un informe publicado por la EFSA, Salmonella y norovirus son los principales riesgos que afectan a las bayas debido a ciertas prácticas en la cadena alimentaria.
Las bayas son alimentos perecederos que pueden ser consumidos frescos o mínimamente procesados así como ingrediente congelado añadido a muchos alimentos. Fresas, frambuesas, moras y arándanos son las más consumidas en la Unión Europea.
Las principales conclusiones a las que han llegado los expertos de la EFSA es que la contaminación de las bayas por Salmonella y norovirus se asemeja. A pesar de estar poco documentada, está influenciada por aspectos ambientales (proximidad con granjas de animales y condiciones climáticas), el uso de estiércol o abono sin tratar, la utilización de agua para fines agrícolas contaminada y la contaminación cruzada por manipuladores y equipos de cosecha.
En el caso de norovirus, según la EFSA, los «estudios sobre su prevalencia en las bayas son limitados y los datos cuantitativos sobre la carga viral son escasos». Sin embargo, ello no excluye que deba desarrollarse un criterio de higiene de norovirus para frambuesas y fresas congeladas ya que se trata de un riesgo emergente para la salud pública.
De acuerdo con el informe de la EFSA, para prevenir Salmonella y norovirus en la producción y procesado, es importante una correcta aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), Buenas Prácticas de Higiene (BPH) y Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) por parte de los productores.
Estas medidas incluyen una formación adecuada de los manipuladores. La higiene de manos es un requerimiento imprescindible para los manipuladores de alimentos en todas las etapas de producción tanto para el control de Salmonella como para el de norovirus.
También deben controlarse las fuentes de agua de riego, los productos químicos agrícolas y la entrada de agua contaminada por aguas residuales. Se debe garantizar que los productos están protegidos frente a cualquier foco de contaminación, que los lugares donde se manipulan se mantienen limpios y desinfectados y que se llevan a cabo los análisis pertinentes.
Fuente: EFSA, www.consumer.es.