Los humanos han cultivado cosechas y criado ganado con características deseables durante muchos años. Los cambios en la configuración genética ocurren de forma natural y, mediante la crianza selectiva se pueden mejorar las características favorables para el suministro de alimentos. La tecnología permite modificar estos alimentos de forma más rápida. ¿Es seguro?
Un organismo genéticamente modificado (OGM) es aquella planta, animal, hongo o bacteria a la que se le ha agregado por ingeniería genética uno o unos pocos genes con el fin de producir proteínas de interés industrial o bien mejorar ciertos rasgos, como la resistencia a plagas, la calidad nutricional, la tolerancia a heladas, entre otras características.
Los OGM representan un recurso muy valioso para hacer frente a desafíos socioeconómicos de crecimiento de la población mundial, cambio climático y, posiblemente, de escasez de alimentos en el futuro.
Los OGM son los grupos de alimentos más inspeccionadas en la UE. La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) realiza una evaluación de seguridad muy estricta. El alto grado de exigencia permite asegurar a los consumidores que estos productos son tan seguros como sus equivalentes convencionales.
Según la ley de la UE, todos los OGM tienen que recibir autorización antes de poder cultivarlos o usarlos como alimentos o piensos.
Además, según el Reglamento (CE) n° 1829/2003 sobre alimentos y piensos modificados genéticamente es obligatorio mencionar el origen GM en la etiqueta de un alimento si éste contiene más del 0,9 % de GM. Por debajo de este valor simplemente se tiene que poder evidenciar que su presencia es involuntaria o técnicamente inevitable.
Se pueden utilizar etiquetas de “libre de OGM” siempre que no induzcan a error al consumidor.
Hasta la fecha no se han observado efectos adversos en la salud humana derivados del consumo de alimentos OGM autorizados.
La Comisión Europea ha establecido un registro público en línea donde los consumidores pueden buscar información sobre los OGM autorizados.
¿Cuál será el futuro de los OGM? El reto más importante que hay que superar es la aceptación pública. A partir del momento en el que los ciudadanos de la UE tienen el derecho a escoger entre productos GM y no-GM, deberían también tener en cuenta que estos alimentos están sometidos a unas evaluaciones de seguridad muy estrictas para garantizar que son tan seguros como sus homólogos no-GM.
Fuente: www.eufic.org