Los riesgos asociados con la carne y aves de corral no han permanecido estáticos en el tiempo. Algunos de ellos se han podido controlar o eliminar con éxito, mientras han aparecido otros riesgos emergentes. Seguirán surgiendo nuevos peligros que pueden ser transmisibles a través del suministro de carne y aves de corral.
Por ello es necesario trabajar en conseguir mejoras en la vigilancia, el diagnóstico, la investigación básica y la evaluación de riesgos.
Se ha realizado un informe que se centra en los riesgos microbianos emergentes y potenciales para la salud humana asociados con la carne y aves de corral producidas en los Estados Unidos después de observar que la carne y las aves de corral son responsables de enfermar a más de dos millones de personas cada año.
Los cambios en las prácticas de producción o en los patrones de consumo pueden dar lugar a nuevas posibilidades de introducción, proliferación y transmisión de patógenos.
La aparición de nuevos riesgos alimentarios se puede ver impulsada por el desarrollo de nuevas características de virulencia o de resistencia por parte de los microorganismos, por cambios demográficos, por incremento de la susceptibilidad de la población o por la aparición de patógenos en un nuevo huésped o región geográfica.
También los nuevos conocimientos científicos pueden permitir la reevaluación y re-priorización de los riesgos conocidos.
Los productores de alimentos y los organismos reguladores deben dotarse de las herramientas tecnológicas y científicas necesarias para anticiparse, reconocer y dar respuesta a las nuevas amenazas transmitidas por los alimentos.
Los Estados Unidos deben mejorar la vigilancia mediante la ampliación del muestreo de animales destinados a la alimentación, los entornos de producción y las carnes al por menor y continuar desarrollando sistemas de vigilancia.
También necesita aumentar la investigación relacionada con la caracterización y cuantificación de los riesgos relacionados con patógenos para los cuales la transmisión transmitida por los alimentos no está clara, como C. difficile, Staphylococcus aureus multirresistente y el virus de la hepatitis E.
Garantizar la seguridad significa estar alerta a lo largo de cada etapa de la cadena de producción y suministro. No es suficiente vigilar las amenazas que ya sabemos que existen, y hacerlo sólo en el lugar más obvio.
Un desafío fundamental de la vigilancia de la seguridad alimentaria es que no se sabe cómo y cuándo se desarrollarán nuevos y peligrosos patógenos transmitidos por los alimentos. Es por ello que las medidas científicas basadas en la prevención son fundamentales para abordar los nuevos peligros de forma directa.
Los patógenos se pueden introducir en cualquier punto de la cadena alimentaria, desde el momento en que se cría el animal hasta el día del sacrificio y hasta el consumo del alimento.
Siguen apareciendo nuevas cepas de agentes patógenos existentes, junto con agentes patógenos previamente desconocidos, como el coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV).
Debido a que son patógenos «nuevos», inicialmente se desconocen muchos aspectos relacionados con la epidemiología, la dinámica de transmisión y el riesgo para la salud pública, y no se dispone de vacunas o tratamientos.
El informe describe la predicción, la detección, la creación de capacidad y el liderazgo y la supervisión como formas de enfrentarse al desafío planteado por los patógenos emergentes.
La predicción consiste en aunar esfuerzos para comprender qué factores conducen a la aparición de nuevos patógenos, identificar pistas para predecir y mitigar el riesgo de aparición de enfermedades futuras e identificar tendencias en la cadena alimentaria que puedan conducir a la enfermedad.
La detección implica la elaboración de sistemas de vigilancia y herramientas de diagnóstico que pueden detectar los patógenos emergentes temprano y distinguirlos de otros microorganismos que ocurren ocasionalmente, pero nunca plantean un riesgo para la salud pública.
Desarrollar enfoques de regulación, herramientas e infraestructura (por ejemplo, evaluaciones rápidas de riesgos, grupos de expertos) para fomentar respuestas rápidas frente a una gran incertidumbre es parte de la creación de capacidad.
Fuente: www.foodqualitynews.com