Naciones Unidas ha advertido que el cambio climático podría provocar 600 millones más de personas desnutridas a partir del 2080.
El cambio climático constituye una gran amenaza para la seguridad alimentaria. El aumento de la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, altas temperaturas, la subida del nivel del mar, la sequía en determinados lugares y los destrozos producidos por las inundaciones afectan gravemente la pesca, el ganado, las plantaciones, y otros.
Por otro lado, componentes de las Naciones Unidas han destacado que responder a las grandes demandas de alimentos con modelos agrícolas de producción a gran escala no es la solución adecuada. Y remarcan la necesidad de un cambio de una agricultura industrial a sistemas transformativos que promuevan el movimiento alimentario local, respectando los derechos humanos, la democracia alimentaria y las tradiciones culturales.
Los más afectados por el cambio climático son aquellos que menos lo provocan. Los países más pobres son los que más sufrirán las consecuencias del modelo de funcionamiento industrial actual.
Dada la gran repercusión del cambio climático, Francia presidirá del 30 de Noviembre al 11 de diciembre, la vigésima primera conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climáticos de 2015.
Se realizará un acuerdo internacional sobre el clima aplicable a todos los países, con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC.
Francia intentará llegar a un consenso y negociar condiciones sobre el cambio climático con los que más contaminan, entre ellos la Unión Europea.
FLAMA, Agencia Cristiana de Noticias.