El futuro de la seguridad alimentaria: la revolución está en nuestras puertas
En cinco años, y a la vista de los avances tecnológicos ¿cuáles serán las mejores prácticas para la seguridad alimentaria? En conferencia de la NSF International, «Evolution Meets Revolution» del pasado mes de marzo en Londres se evidenció que la tecnología está comportando un enorme cambio, positivo, relacionado con la seguridad alimentaria. Esto realmente es una revolución que no se puede ver ahora, pero cuando miremos hacia atrás veremos el año 2017 como un punto de inflexión para la industria alimentaria.
Ha llegado el momento en el que las innovaciones que hasta ahora se consideraban solamente aptas para alguno, que ya las están usando, llegarán al mercado industrial y se utilizarán como herramientas para el consumidor. Para el 2036 habrá un trillón de dispositivos conectados, con 10 mil millones de usuarios y 20 billones de dólares en ingresos, pero si crees que 20 años es un período largo, puedo asegurarte que hay mucho más en qué pensar en los próximos cinco años.
Lo que trae oportunidades a menudo trae problemas y la tecnología no es una excepción. El aumento de la complejidad y de poder en manos de las personas pone una enorme responsabilidad sobre todos nosotros. Los profesionales que están implicados en el desarrollo de inteligencia artificial se preocupan mucho por la responsabilidad social.
Nuevas tecnologías vs Nuevos desafíos
Los desafíos de las marcas de hoy son muchos y complejos. Tienen que cumplir con los requisitos para mantener la confianza del consumidor, cumplir la normativa, lograr la protección de la marca y cumplir con las responsabilidades sociales corporativas en múltiples territorios. Esto significa, como mínimo, la necesidad de ser muy cauto en la inocuidad y calidad de los alimentos, la nutrición, la autenticidad del producto, la seguridad de la cadena de suministro, el bienestar de los animales, las cuestiones comerciales éticas y la sostenibilidad.
Al mismo tiempo, se está acelerando el ritmo del cambio tecnológico. En los últimos años hemos visto como aparecía el BigData, los análisis predictivos, el internet de las cosas, el trabajo robótico, la impresión 3D y 4D , la trazabilidad de ADN e isótopos, la modificación genética, la edición de genomas y mucho más. Algunos de ellos se suman a la complejidad de la gestión de riesgos, mientras que otros pueden ayudarnos a gestionar los riesgos de la cadena de suministro de una forma más eficaz.
En este artículo solo comentaremos tres innovaciones que ya están impactando en cómo nos acercamos a la seguridad de los alimentos y la protección de la marca: tecnología portátil, análisis predictivo y fuentes alternativas de proteínas. Hay muchas más, que van desde técnicas científicas para verificar la procedencia de los productos alimenticios, hasta un nuevo estándar destinado a ayudar a la cadena de suministro a acabar con la esclavitud moderna.
Tecnología “wearable” (portátil)
NSF International ha estado trabajando con Google durante casi tres años para afinar la aplicación de gafas de Google para la auditoría de seguridad alimentaria. A medida que el usuario realiza una auditoría o una tarea, ve una pequeña pantalla que le puede mostrar material adicional para orientarle o guiarle, y permite una comunicación audio-visual.
El dispositivo también incluye una cámara y funciona de forma inalámbrica, controlada a través de un ratón pequeño usado en el dedo. Los usos potenciales son numerosos: en primer lugar, significa que la auditoría remota – en lugares difíciles de alcanzar o inseguros – pasa a ser una propuesta económicamente viable. Y no sólo eso, sino que incluso un operador inexperto puede llevar a cabo la auditoría si un auditor experto, situado en el otro lado de la pantalla, le va orientando. Además, también hay la opción de proporcionar orientación adicional mediante mini sesiones de entrenamiento pregrabadas.
Las posibilidades son infinitas.
La NSF International ha sido una de las primeras en adoptar esta tecnología, que está muy extendida en otros campos como las industria aeroespacial y automotriz que típicamente requieren tareas complejas y de alta precisión donde la precisión es esencial.
El desarrollo de gafas inteligentes será más rápido que el de los teléfonos móviles. Para el año 2020 serán un producto de consumo convencional y los teléfonos móviles pronto se convertirán en una cosa del pasado. Entonces, ¿Cómo se conectarán éstos y otros dispositivos en el Internet of things? Probablemente a través de más innovación como el Google Project Loon.
Análisis predictivo para la seguridad alimentaria
La capacidad del mundo para almacenar y manipular datos ha crecido exponencialmente hasta el punto en que la inteligencia artificial ahora supera el pensamiento humano y los datos se pueden medir en zettabytes. Si se dispone de suficientes datos, se puede predecir con razonable confianza los resultados futuros.
La analítica predictiva ya es de uso común en otros sectores, por ejemplo, seguros y gestión de flotas y, al igual que para la tecnología wearable, la industria alimentaria es va un poco tarde. En el Reino Unido, mientras que el número de empresas de alimentos está creciendo rápidamente, y las quejas de los clientes están aumentando en un porcentaje similar, el número de empleados involucrados en la regulación de la higiene alimentaria y su aplicación ha disminuido.
¿Cómo podemos mantener a nuestros ciudadanos seguros?
En Chicago, Estados Unidos, las autoridades han demostrado que los análisis predictivos pueden pronosticar con exactitud cuando hay un riesgo importante de que un negocio de alimentos no pueda realizar una auditoría de inocuidad de los alimentos y permitir que se tomen medidas preventivas.
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Fuente: www.newfoodmagazine.com