El ex presidente de la Asociación Internacional de Protección de Alimentos sugiere que los profesionales de la salud pública están «perdiendo la batalla» contra las enfermedades transmitidas por alimentos, y confían demasiado en la formación, la inspección y los análisis en vez de adoptar nuevas estrategias.
Según un estudio de referencia realizado por la FDA durante más de una década (hasta 2008), las tasas de cumplimiento de los factores de riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos (como la temperatura, la higiene personal y la protección contra la contaminación) no son satisfactorias.
«Ni siquiera podemos reducir significativamente los factores de riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. ¿Por qué?». El vicepresidente de seguridad alimentaria de Walmart, Frank Yiannas, de planteó esta cuestión a los asistentes a la Conferencia de Educación sobre Seguridad Alimentaria de los Consumidores de 2017 en Washington, DC, el pasado 26 de enero.
Según su opinión «los especialistas en seguridad alimentaria no han tenido suficientes herramientas». Las tres herramientas más utilizadas son inspecciones, análisis y formación, y las tres tienen un impacto limitado.
Muchos consideran que la formación actual es realmente buena y que existen muy buenos formadores, pero, a la vista de los resultados, parece no ser suficiente.
En cuanto a las inspecciones y análisis, son muy conservadores, y parece difícil encontrar el buen camino hacia la seguridad alimentaria.
A pesar de que las entidades responsables de la seguridad alimentaria han realizado millones de inspecciones y millones de análisis, y a pesar del hecho que se ha estado formando a millones de personas trabajadoras del sector, y que el número de análisis continúa aumentando exponencialmente, la seguridad alimentaria es un desafío significativo para la salud pública, y no estamos ganando la batalla contra las enfermedades transmitidas por los alimentos.
Reconociendo que el cambio de comportamiento necesario para hacer un verdadero progreso contra las enfermedades transmitidas por alimentos “es algo complejo”, según Yiannas, “para tener éxito, debe hacer una buena combinación entre la ciencia tradicional de los alimentos – lo que aprendimos en la universidad – y la ciencia del comportamiento”.
En el frente de la ciencia del comportamiento, sugirió a los profesionales de la seguridad alimentaria:
- Empaparse e integrar los conocimientos – Está demostrado que lo que la gente lleva puesto influye en cómo se comporta. O al menos así se demuestra en un estudio realizado el 2012 a un grupo de estudiantes universitarios. A unos de ellos se les pidió realizar una tarea cognitiva compleja y difícil con ropa de calle y a otros, con una bata de laboratorio. Los que llevaban las batas de laboratorio tenían el 50% de errores menos que los que llevaban ropa de calle.
- Enseñar tanto la forma correcta como la forma equivocada de hacer las cosas – Mostrando a la gente cómo reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos por sí sola no es tan eficaz como también mostrarles lo que sucede cuando cometen errores.
- Hacer de la seguridad de los alimentos, la norma – La mayoría de la gente quiere encajar, por lo que si se les dice el 75% de las personas se lavan las manos con agua y jabón son más propensos a seguir el ejemplo que si se les dice el 25%.
- Ponle ritmo y lo recordarán – Las presentaciones y folletos informativos de los estándares de seguridad alimentaria suelen ser planos y no consiguen la repercusión deseada. Una rima o un ritmo pegadizos, como el estribillo de una canción, puede quedar atrapada en la cabeza de alguien y eso va a influir en el comportamiento. Walmart siguió este consejo haciendo una canción de rap moderna y memorable y un video sobre estándares de seguridad alimentaria para sus empleados del deli.
Fuente: http://www.foodqualitynews.com