La listeriosis, provocada por la bacteria Listeria monocytogenes, es una enfermedad que se transmite a través de los alimentos.
Forma parte de la lista de enfermedades de estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este organismo destaca la dificultad de disponer de datos reales ya que la mitad de la población mundial, perteneciente sobre todos a países en vías de desarrollo, no informa de los casos.
Aunque Listeria monocytogenes no es tan común y habitual como otros patógenos alimentarias como Salmonella o E.coli, es una de las bacterias más letales y adaptables. A diferencia de las otras tiene capacidad para crecer a temperaturas de refrigeración y en ambientes de baja humedad.
El 20,7% de las personas infectadas por Listeria fuero mujeres embarazadas. Este es uno de los sectores más sensibles a esta bacteria. Otros grupos especialmente sensibles son las personas inmunodeprimidas, ancianos y niños.
En Estados Unidos Listeria es el tercer patógeno alimentario que más costes genera, por detrás de Clostridium botulinum y Vibrio vulnificus. Otras zonas afectadas por este patógeno son regiones de América Latina, Europa del Este, Polonia y Turquia.
Los alimentos listos para consumir, quesos blandos, patés, pescados ahumados o embutidos crudos y curados, son los que más número de casos de listeriosis provocan.