La cultura del riesgo en la industria alimentaria
La forma en que una empresa evalúa y gestiona sus riesgos tiene un impacto directo en su éxito.
La cultura del riesgo es un concepto en el que los valores, creencias y comportamientos de la organización influyen en la manera en que se gestionan los riesgos operativos, tales como la seguridad alimentaria y la seguridad de las personas.
Índice de contenidos
- Impacto de la complejidad en la gestión del riesgo
- Cómo los sesgos humanos afectan a la identificación de riesgos
- Simplificación como Clave para una Mejor Cultura del Riesgo
- Datos, IA y Aprendizaje automático: Herramientas para la Gestión del Riesgo
- Simplificación como estrategia para gestión de riesgos
- Acciones prácticas para reducir la complejidad del riesgo
- Conclusión: En Bioser vamos a ayudarte con la Gestión de Riesgos
A medida que las empresas adoptan procesos más complejos, la gestión de riesgos puede volverse ineficaz y poco sostenible. Sin embargo, al reducir la complejidad de las funciones y procesos, es posible mejorar la evaluación y gestión de riesgos, logrando una cultura de riesgo más madura, efectiva y sostenible.
El Impacto de la Complejidad en la Gestión del Riesgo
En muchas organizaciones, especialmente en industrias como la alimentaria, los riesgos se gestionan a través de sistemas y procedimientos independientes para cada área, como la seguridad alimentaria, la seguridad laboral, la cadena de suministro y los riesgos financieros. Este enfoque, aunque bien intencionado, puede aumentar la complejidad operativa. Al tener equipos separados gestionando cada tipo de riesgo, se genera una duplicación de esfuerzos que puede ralentizar la toma de decisiones y aumentar la posibilidad de errores.
Por ejemplo, es habitual en nuestra industria (alimentaria), una empresa que opera con diferentes plantas de producción y cuenta con diferentes responsables independientes, para tratar la seguridad alimentaria y la producción. De este modo, existe una duplicidad de sistemas y estándares para ambas áreas, lo que provoca un uso ineficiente de tiempo y recursos. Si, a través de la implantación correcta de la cultura de la seguridad, se pueden integrar ambos casos, se reduce significativamente la complejidad y el tiempo destinado a cada proceso, ahorrando gran cantidad de horas invertidas, dinero y mejorando de forma clara la eficacia en TODAS las medidas de seguridad.
Cómo los Sesgos Humanos Afectan la Identificación de Riesgos
Uno de los mayores desafíos en la gestión de riesgos es la subestimación de riesgos debido a los sesgos humanos y organizacionales. Estos sesgos influyen en la forma en que los empleados, desde los niveles superiores hasta los equipos en primera línea, perciben y evalúan los riesgos. Un sesgo común es el sesgo de confirmación, en el cual las personas tienden a buscar y favorecer información que respalde sus creencias preexistentes, ignorando información contradictoria. Esto puede ser peligroso cuando se trata de evaluar riesgos a nivel de seguridad alimentaria, ya que se puede subestimar la gravedad de un riesgo emergente o ignorar señales de advertencia.
Otro sesgo común es el sesgo de disponibilidad, que ocurre cuando sobrevaloramos los eventos o riesgos más recientes o visibles, mientras que subestimamos aquellos menos tangibles o recordados. Este sesgo afecta la forma en que una empresa prioriza sus recursos y su respuesta a los riesgos. Por ejemplo, un incidente reciente de contaminación alimentaria puede llevar a un enfoque desproporcionado en los controles de calidad de los alimentos, mientras que se descuidan otras áreas de riesgo igualmente importantes.
Además, las normas sociales dentro de la empresa pueden influir en la forma en que los riesgos se perciben y se abordan. Los empleados pueden sentirse presionados a no cuestionar las prácticas establecidas, incluso si perciben que son riesgosas. Este fenómeno se amplifica cuando las emociones y los factores psicosociales, como el miedo a represalias o al conflicto, influyen en la toma de decisiones.
La Simplificación como Clave para una Mejor Cultura del Riesgo
Para gestionar los riesgos de manera más efectiva, es esencial simplificar los procesos y reducir la complejidad innecesaria. Esto implica integrar los diferentes tipos de riesgos bajo un mismo enfoque, lo que facilita su comprensión y gestión, particularmente para los gerentes de nivel medio, quienes son responsables de implementar las medidas de seguridad en la operación diaria.
Un enfoque clave para la simplificación es crear equipos multidisciplinarios que trabajen de manera conjunta para gestionar los riesgos. En lugar de tener equipos separados, siguiendo el ejemplo anterior, para la seguridad alimentaria y la producción, estos pueden integrarse en un único equipo de gestión de riesgos, lo que no solo reduce el número de procesos y sistemas, sino que también fomenta una mayor colaboración y comunicación entre los distintos departamentos. Esto es crucial, ya que muchos riesgos están interrelacionados, y una solución en un área puede tener repercusiones en otra.
Esto no solo simplifica el proceso de identificación y gestión de riesgos, sino que también permite detectar interrelaciones entre distintos tipos de riesgos. Al identificar un riesgo en un área, se puede prever cómo ese riesgo puede influir en otras áreas operativas, lo que facilita una respuesta más rápida y eficaz.
Datos, IA y Aprendizaje Automático: Herramientas para la Gestión del Riesgo
El uso de herramientas avanzadas como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) permite analizar grandes cantidades de datos para identificar patrones y riesgos que, de otro modo, pasarían desapercibidos. En lugar de depender únicamente de la experiencia y el juicio humano, estas tecnologías permiten realizar evaluaciones de riesgos más objetivas y basadas en datos.
Sin embargo, es importante no confiar completamente en estas herramientas. Aunque la IA y el ML pueden ayudar a automatizar el análisis de datos y mejorar la precisión en la evaluación de riesgos, el juicio humano sigue siendo necesario y esencial. Los equipos de seguridad, junto con los niveles superiores y las líneas de operación, deben participar activamente en la interpretación de los datos y en la toma de decisiones sobre cómo gestionar los riesgos.
La Simplificación como Estrategia para la Gestión de Riesgos
La simplificación de la gestión de riesgos no solo reduce el tiempo y los recursos necesarios para gestionar estos riesgos, sino que también mejora la colaboración entre equipos y la eficacia de las respuestas. Al reducir los silos y promover una cultura de gestión de riesgos más integrada, las empresas pueden adaptarse de manera más ágil a los cambios en el entorno operativo y los nuevos riesgos emergentes.
Acciones Prácticas para Reducir la Complejidad en la Cultura de Riesgo
A continuación, proponemos algunas sugerencias estratégicas y tácticas para reducir la complejidad en la gestión de la cultura de riesgo:
- Integrar la gestión de riesgos: Unificar la gestión de todos los tipos de riesgos (financieros, de personas, alimentarios, sostenibilidad) en un solo sistema facilita la toma de decisiones para la alta dirección.
- Mejorar el uso de datos: Estandarizar y simplificar la forma en que se recolectan y utilizan los datos, asegurando que sean accesibles y relevantes para la toma de decisiones.
- Abordar factores psicosociales: Incluir factores psicosociales al evaluar los riesgos, ya que las normas sociales y las emociones pueden influir en cómo los empleados perciben y responden a los riesgos.
Tácticas adicionales incluyen:
- Colaboración interdepartamental: Sentarse con el líder de seguridad laboral para identificar problemas comunes con la seguridad alimentaria.
- Innovación tecnológica: Colaborar con el equipo de IT para identificar nuevas formas de almacenar, acceder y analizar datos.
- Evaluación de normas sociales: Identificar tres normas sociales en la empresa que puedan estar afectando la percepción y gestión de los riesgos alimentarios.
Reducir la complejidad en la gestión de riesgos no solo mejora la seguridad, sino que también permite a las empresas ser más eficientes y adaptables frente a nuevos desafíos.
Conclusión: En Bioser vamos a ayudarte con la Gestión de Riesgos
La gestión de riesgos es un proceso dinámico y continuo.
A medida que las empresas enfrentan nuevos riesgos y cambian sus operaciones, es fundamental que adapten sus enfoques de gestión de riesgos para reducir la complejidad y mejorar la efectividad.
Al integrar los diferentes tipos de riesgos, simplificar los procesos y aprovechar herramientas avanzadas como la IA y el aprendizaje automático, las empresas pueden gestionar sus riesgos de manera más ágil y eficaz, protegiendo a sus empleados, consumidores y activos a largo plazo.
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