La seguridad alimentaria empezó a cobrar importancia para la industria con el objetivo de proteger la salud de los consumidores, de estar a la altura de lo que exigían las leyes y regulaciones y de la demanda por parte de los clientes.
Cualquier empresa debe conocer cómo gestionar un incidente que puede suponerle daños a su reputación. Esto es sencillo si previamente se ha trabajado la evaluación de riesgos, se revisan los procedimientos presentes y se crean y conservan registros.
Los responsables de industrias productoras de alimentos y bebidas son cada vez más conscientes de la necesidad de poner en el mercado productos seguros. Una medida que tuvo una gran importancia a la hora de sensibilizar es la entrada en vigor de sanciones para castigar delitos de salud y seguridad en empresas de alimentación y bebidas. Esto ha ayudado a humanizar a la industria en la necesidad que hay de reducir tanto la responsabilidad civil como de aumentar la posibilidad de crear fábricas y almacenes más seguros con ayuda de las últimas tecnologías.
Para mejorar la seguridad de los productos que ponemos en el mercado se debe trabajar en el potencial de estas herramientas digitales para que ofrezcan aplicaciones cada vez más reales.
Las inversiones en tecnologías digitales los próximos años irán en aumento y, aunque muchos aún la ignoran o rechazan, los expertos están cada vez más a favor del poder transformador que pueden tener, estas nuevas técnicas, en la industria alimentaria en un futuro no tan lejano.
Fuentes: Food Manufacture