“Falta todavía conocimiento sobre qué intervenciones se podrían adoptar para que las aves fuesen menos portadoras de Campylobacter. Hay que seguir trabajando para poder conocer cuáles serían las más útiles, al igual que en el caso de control de Salmonella, y poder establecer ciertas medidas que minimicen la contaminación del producto final.”
Salmonella y Campylobacter son las toxiinfecciones de productos avícolas más importantes. Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Alfredo Corujo, Director de Calidad e I+D del Grupo Sada, empresa líder a nivel nacional especializada en la producción avícola integrada.
¿Cuáles son los efectos de la presencia de Salmonella en el sector avícola?
En la producción avícola la presencia de Salmonella puede considerarse bajo dos puntos de vista. Como un problema de Sanidad Animal (Salmonelosis clínica), y como un problema de Salud Pública.
Se considera un problema de Sanidad Animal puesto que causa una enfermedad que cursa en los animales con sintomatología clínica, pudiendo producirse la muerte de los individuos afectados, y caracterizada por una disminución en las producciones (afecta en la ganancia de peso en pollo de carne y en la cantidad y calidad de huevos en gallinas ponedoras).
Por otro lado, es un problema de Salud Pública ya que puede causar toxiinfecciones alimentarias; enfermedades adquiridas en las personas por el consumo de alimentos, en este caso, de origen aviar (huevos o carne de pollo). Los principales serotipos implicados en salmonelosis humana, Enteritidis –SE-, Typhimurium –ST-, Hadar –SH-, Virchow –SV-, Infantis –SI-, etc., suelen colonizar el tracto intestinal de las aves con lo que se convierten en portadores asintomáticos, con la posterior contaminación vía heces de carne y huevos que llegan a los consumidores, que bajo ciertas circunstancias pueden producir salmonelosis.
Según lo anterior es fundamental que la industria avícola proteja a las aves de posibles casos de Salmonella con potencial zoonótico, pues constituyen un problema que puede derivar en las siguientes consecuencias:
- Multirresistencia a los antibióticos
- Brotes de intoxicación alimentaria en el ser humano
- Retiradas de supermercados
- Decomisos de las autoridades
- Barreras comerciales
- Daños a la reputación
¿Cuál es la situación actual en cuanto a la incidencia de la Salmonella en aves? ¿Crees que el Plan nacional de control de salmonelosis en ponedoras que se inició el 2008 ha sido efectivo?
En enero de 2007 se inició el Programa para el control de Salmonella en gallinas reproductoras de líneas pesadas (carne) y ligeras (huevos) con el objetivo de alcanzar un máximo del 1% de prevalencia (Reglamento (CE) Nº1003/2005). El siguiente año se inició el programa para el control de Salmonella en gallinas ponedoras con el único objetivo de reducir anualmente la prevalencia, sin un máximo (Reglamento (CE) Nº1168/2006). Por último, en enero de 2009 se inició el Programa en pollos de engorde con el objetivo de alcanzar un máximo del 1% de prevalencia de Salmonella (Reglamento (CE) Nº646/2007).
En España, desde que comenzaron los planes anteriormente citados, se ha experimentado un descenso de la prevalencia de Salmonella y hoy en día estamos por debajo del objetivo comunitario que se había establecido en los planes. Los resultados están siendo muy favorables para el sector, tanto para la avicultura de puesta como para el engorde, pero, por otra parte, no se debe de bajar la guardia ya que Salmonella es una bacteria muy adaptada al tracto intestinal de las aves por lo que su erradicación nunca será posible, pero si su control, por lo que el riesgo siempre existe y la industria avícola debe de seguir mejorando en las diferentes intervenciones a nivel de campo y procesado para poder controlar este patógeno.
¿Crees que se podría hacer una iniciativa similar en el caso del Campylobacter y la campilobacteriosis?
Si, a la larga creo que sería lo más conveniente, ya que el problema de contaminación de Campylobacter se origina en la explotación. Atendiendo a la nueva Reglamentación de Campylobacter en canales de pollos de engorde (RG 1495/2017), el cual entró en vigor el 1 de enero de este año, vemos que cuando se sobrepasa el criterio de higiene (20 muestras de 50) con recuentos superiores o iguales a 1000 ufc/g en piel de cuello el reglamento especifica lo siguiente:
Mejoras en la higiene del sacrificio, revisión de los controles del proceso, del origen de los animales y de las medidas de bioseguridad en las explotaciones de origen, lo cual incluye medidas a nivel de granja.
El problema radica en que hasta ahora no existen unas medidas claras a nivel de granja con un impacto real en los niveles de Campylobacter en las canales de pollos de engorde. Falta todavía conocimiento sobre qué intervenciones se podrían adoptar para que las aves fuesen menos portadoras del patógeno, aunque por otro lado hay que seguir trabajando para poder conocer cuáles serían las más útiles, al igual que en el caso de control de Salmonella y poder establecer ciertas medidas que minimicen la contaminación del producto final.
Alfredo Corujo será uno de los ponentes del Observatorio “Retos y riesgos en producción avícola”, que tendrá lugar el próximo día 3 de octubre en el espacio Bioser.