Las consecuencias de desperdiciar comida
El desperdicio de comida es una de las lacras de nuestra sociedad: los productos perecederos medio olvidados (o totalmente olvidados) en la nevera o en la despensa, sin comer y que al final tiramos a la basura.
Según el Ministerio de Agricultura (MAGRAMA), se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año. Dada la difícil situación del hambre en el mundo, este hecho es suficientemente vergonzoso, pero de lo que muchos de nosotros no nos damos cuenta es de que la comida desperdiciada también tiene un efecto dañino en el medio ambiente.
¿Pero de qué forma perjudica al medio ambiente?
Desperdiciar comida tiene un efecto directo sobre el medio ambiente. A continuación, destacamos algunos de los puntos críticos relacionados con el desperdicio de diferentes alimentos.
Desperdicio de agua
El agua es indispensable para la vida y, por supuesto, para la producción de alimentos. Ya sea para regar los cultivos, como para alimentar a los animales que nos proporcionarán carne, pescado, leche o cualquier otro alimento.
Por lo que cuando desperdiciamos alimentos, también estamos desperdiciando agua.
Según el informe “Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo. Alcance, causas y prevención” en números reales podemos decir que se desperdician 1300 millones de toneladas de alimentos al año, que equivalen aproximadamente a 170 millones de litros de agua.
Liberación de metano
Los alimentos que no consumimos y tiramos generan metano durante su descomposición.
El metano favorece el cambio climático: tiene cinco veces más afinidad por el calor que el dióxido de carbono, por lo que podemos decir que este producto acelera el efecto invernadero.
Desperdicio de tierras
El uso de la tierra en lo que respecta a la producción de alimentos se divide en dos categorías principales:
- Cultivable.
- No-cultivable.
La mayor parte de tierra necesaria para producir leche y carne es no-cultivable, como los pastos para la crianza del ganado. La tierra cultivable es la que se utiliza para el cultivo de vegetales.
Pero, además, parte de las tierras también se utilizan para depositar los alimentos que se han desperdiciado.
Y estos miles de toneladas de alimentos que se desperdician afectan a las características de la tierra cultivable, por lo que puede haber otras consecuencias. A continuación destacamos los principales problemas que hemos detectado:
- Bajada de rendimiento.
- Degradación de la calidad de los nutrientes del suelo.
- Menos producción.
- Estrés en la tierra.
Estas son las consecuencias principales, hay que tener en cuenta que se le debe sumar un largo etcétera de consecuencias negativas, como por ejemplo, el incremento de recursos para conseguir el mismo volumen de alimentos.
Daño en la biodiversidad
Con la excusa de obtener más tierras para la producción de alimentos estamos viendo prácticas de deforestación, especialmente en zonas tropicales, destruyendo la flora y fauna naturales (incluso hasta su extinción).
En el mar ocurre lo mismo – muchos de los peces son rechazados por no cumplir determinados estándares o se dañan durante el transporte, y por tanto, se desechan sin pensar en el posible agotamiento de la población marina, afectando así a los ecosistemas.
Antes de desperdiciar comida, mejor pensarlo dos veces…
Por lo que antes de desperdiciar comida deberíamos reflexionar para darnos cuenta no sólo de la gran cantidad de comida que se desprecia en países desarrollados mientras en otros se pasa hambre, sino también de todos los efectos que tiene este fenómeno para los seres vivos y el medio ambiente. Es por eso que se recomienda el uso de alimentos reciclados, para poder reducir este gran desperdicio de comida.
Analizar esta situación debe servirnos para cambiar nuestros hábitos hacia un consumo más responsable, con el objetivo de evitar muchas de las situaciones descritas en este artículo.
Fuente: New Food Magazine, Food Quality News