Esta es la conclusión a la que se ha llegado después de analizar con detalle un brote causado por este parásito que tuvo lugar en Bélgica hace dos años.
Según los investigadores, a pesar de la ley de la UE (92/45) que requiere examinar las larvas de Trichinella en los jabalíes salvajes, el riesgo de infección para el ser humano todavía existe.
El mayor brote reportado hasta la fecha en Bélgica apunta a que fue causado por el consumo de carne de jabalí importada de España.
Según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), en 2014 se registraron 320 casos humanos confirmados. Italia y España reportaron 33 y 10 casos respectivamente en el 2012.
Sin embargo, en los últimos cinco años ha habido una fuerte disminución en las tasas de incidencia de triquinosis humana en la UE debido a las mejores prácticas en la cría de animales domésticos y de las medidas de control en los mataderos.
La triquinosis es una zoonosis parasitaria causada por nematodos del género Trichinella.
Los humanos se infectan por ingestión de carne cruda o poco cocinada de cerdos domésticos o caballos que contienen las larvas de este parásito.
La medida de prevención más importante es congelar la carne o asegurarse que se cocina a un mínimo de 67ºC para matar las larvas.
En el brote de Bélgica, durante las últimas dos semanas de noviembre y las dos primeras de diciembre de 2014, se identificaron 16 casos de triquinosis, seis de ellos en mujeres.
Todos los afectados habían comido carne de jabalí durante la primera semana de noviembre en tres restaurantes de la provincia belga de Limburgo y Amberes.
Diez de los casos fueron hospitalizados; tres de ellos tuvieron que ser ingresados en una unidad de cuidados intensivos.
El diagnóstico se confirmó por serología o bien por la presencia de larvas en el músculo del paciente, detectadas por serología o bien por PCR.
La carne de jabalí procedía de un solo proveedor certificado. Los restaurantes respetaron la cadena de frío en todo momento.
Se analizaron hasta 58 muestras de 21 lotes diferentes por el método de digestión en el Instituto de Medicina Tropical de Amberes, utilizando 100 g por muestra en porciones de 1 g, pero no se encontraron larvas de Trichinella.
Las autoridades españolas no encontraron ninguna irregularidad en el matadero y tampoco se reportaron otros casos en la UE durante el mismo período.
Según los investigadores, aunque es una enfermedad poco frecuente en Europa Occidental, sigue siendo una amenaza a pesar de las medidas adoptadas a nivel europeo.
«En los países donde la prevalencia de Trichinella en los cerdos salvajes o domésticos sigue siendo alta, la aplicación estricta de las regulaciones de la UE y un adecuado control en los mataderos podrían ser apropiadas”.
«En el caso de las infecciones en humanos, un sistema de alerta rápido transnacional es importante para alertar a las autoridades competentes, que pueden tomar medidas rápidas y controlar la propagación de un brote”
Fuente: www.foodqualitynews.com