Los consumidores siguen preocupados por la seguridad alimentaria y calidad nutricional de los alimentos. Esta preocupación está comportando alteraciones en la compra de los productos y cambios de hábitos de consumo y del estilo de vida.
La consecuencia de la falta de confianza se debe, en parte, a los brotes de intoxicaciones alimentarias y otros escándalos que se dan día a día en la sociedad, y puede derivar en la aparición de una barrera frente a la introducción de innovaciones que podrían ser beneficiosas para el consumidor.
En los últimos años las autoridades públicas han estado trabajando en el ámbito de la industria alimentaria con el fin de desarrollar sistemas integrales de gestión de calidad para mejorar la seguridad alimentaria, la reestructuración del sistema de inspección de alimentos y tratar de mejorar la información al consumidor para recuperar su confianza.
Se proponen actividades dirigidas a conocer las necesidades de los consumidores incluyendo análisis de las variaciones de confianza sobre la calidad, riesgos de seguridad y salud alimentaria y actitudes alrededor de la inocuidad de los alimentos y hacia los comunicadores de la seguridad alimentaria. Se analiza la correlación de los indicadores demográficos asociados a preocupaciones de seguridad y calidad de los alimentos y se estudia la percepción de los consumidores de los riesgos de los alimentos para identificar los factores que influyen en la percepción del consumidor.
Las propuestas deben proporcionar una mejor comprensión del papel de los agricultores, procesadores, mayoristas, distribuidores y de los consumidores mediante la creación de nuevas estrategias en la seguridad alimentaria y la confianza en la cadena alimentaria. Asimismo, deben proporcionar una comprensión detallada de las percepciones y actitudes e indicadores demográficos asociados al consumidor. Se generarán métodos rentables, fiables y repetibles, validados para recoger datos de los consumidores en relación al sistema de producción de alimentos. Por último, estas propuestas deben contribuir a la normalización europea de los estudios de la confianza del consumidor y de métodos estandarizados para aumentar y mantener el aumento de la confianza del consumidor.
Fuente: the Safe Consortium