La contaminación de los alimentos frescos son bacterias que son perjudiciales para los seres humanos parece ser un fenómeno relativamente común, especialmente en países con climas cálidos, pero puede prevenirse con buenas prácticas.
La Salmonella entérica es uno de estos casos. Se ha demostrado que este patógeno puede entrar en plantas como la lechuga y la alfalfa a través de las raíces cuando las plantas son regadas con agua contaminada. Otro estudio ha demostrado que la E.coli presente en el agua sucia puede entrar a través de las hojas de las espinacas.
¿Qué sucede cuando las bacterias penetran en el interior de las plantas? Algunos grupos de investigación han llevado a cabo estudios genéticos para identificar los genes involucrados en la respuesta al estrés. Utilizan técnica proteómicas modernas para ver qué proteínas se ven afectadas directamente cuando se permite que la Salmonella entérica infantis infecte la lechuga Lactuca sativa.
Se comparó la presencia de proteína de S.enterica infantis de las plantas infectadas con las del cultivo de esta misma bacteria. Se detectaron un total de 541 proteínas y 50 fueron expresadas diferencialmente. Una proteína en particular que se identificó como un componente IIB-ascorbato espefífico, fue 37 veces más abundante en las bacterias que habían sido inoculadas en la lechuga. El acorbato, también conocido como vitamina C, es un componente importante en las hojas de la lechuga y este hallazgo es consistente con los informes que la Salmonella puede usar esta vitamina como una fuente alternativa de carbono cuando sus fuentes habituales no están disponibles. El equipo de investigación sugiere que la fructosa y la sacarosa que están presentes en abundancia en las hojas de lechuga de alguna manera no son accesibles a la bacteria.
Otra proteína, la flagelina, también se redujo en abundancia, lo cual fue asociado por los investigadores con una mejor capacidad de la bacteria para moverse dentro de las hojas.
Dentro de la lechuga, se encontró una serie de proteínas de resistencia en las hojas infectadas que estaban ausentes de las plantas de control, lo que indica que fueron inducidas en respuesta a la Salmonella. Una de ellas era un receptor de etileno, que es una importante hormona vegetal propensa a estar involucrada en la regulación del patógeno.
Fuente: ClubDarwin.net