Financiamiento europeo para desarrollar un sistema de control a base de etiquetas que cambian de color según el frescor del alimento envasado.
Esta tinta inteligente pasaría por tres fases asociadas a diferentes colores. El primer color indicaría un estadiode frescor del producto, el segundo indicaría un estadiode alerta para consumir la carne; y el último indicaría que el producto ha dejado de ser apto para la venta y el consumo.
Esta información podría resultar útil no sólo para el cliente final sino también para que los distribuidores puedan ser conscientes del estado de las materias primas que reciben de sus proveedores.
Es interesante también para la industria de la alimentación, siempre con el afán de buscar el máximo aprovechamiento de los alimentos.
Fuente: http://www.ara.cat/suplements/emprenem